lunes, 20 de noviembre de 2017

Cuando la razón humana supera la autopreservación

Todos estos poemas que he estado transcribiendo durante estos días, intentando transcribir uno al día, eran de una libreta que compré, una libreta con la tapa con la imagen de un dragón. Fue un proyecto que quería hacer cuando aún tenía algo de motivación por la escritura, cuando el mundo de las letras me envolvía, me animaba, me atrapaba entre la tinta y el papel para no dejarme escapar. Mis noches se convertían en un hervidero de ideas, mi cabeza se activaba nocturna y el boli corría por el papel a tal velocidad que luego rara vez era capaz de entender lo que había escrito. De esa forma he perdido mucho material, por no ser capaz de leerlo después.Pero es que siempre he escrito demasiado lento, o quizá he pensado demasiado rápido. 
Siempre he acabado las cosas que me interesaban antes que los demás, los exámenes antes que los demás (a veces porque no tenía idea y otras simplemente porque mi cabeza procesa muy rápido y las ideas las tengo muy estructuradas desde el principio), cuando alguien proponía un problema o un acertijo siempre era el primero en resolverlo. Desde pequeño he sabido que soy más listo que la gran mayoría, y eso hizo que durante mucho tiempo me creyera mejor que la mayoría. Pero al final nada de lo que sabes, nada de lo que piensas acaba teniendo ningún valor real y todos acabamos sufriendo por los mismos problemas, seamos más listos o menos. Aunque mi inteligencia es algo de lo que siempre he estado orgulloso, aunque ahora no sepa donde está.
No digo esto porque de pronto sea imbécil o me cueste entender las cosas, es más bien que no encuentro una forma de canalizar toda esa capacidad, no encuentro motivación para hacer trabajar mi cabeza, no se como llevar a partir de ahora mi vida.

Y entonces me planteo mi edad, 27 años. Casi recuerdo cuando tenía 16 y pensaba en esos momentos en los que sería ya mayor. Pero para nada me planteaba la situación que actualmente se me presenta delante. La gente dice que todo pasa, que todo va a mejor, que poco a poco vas mejorando. Pero la verdad es que no veo ninguna de esas cosas. Es cierto que hago más cosas que en los últimos meses, pero el dolor no cesa, la angustia no cesa, la sensación de estar roto por dentro no cesa. Ha cesado la rabia, ha cesado la frustración, pero eso cesó en el momento que acepté ciertas cosas. En cuanto al resto, sinceramente lo veo un final. Y quizá eso sea lo mas descorazonador de todo, la incertidumbre. 

La incertidumbre es algo que me ocasiona mucha ansiedad, el no saber, el dejar algo a medias y no saber como va a acabar. Quizá por eso desde muy joven he tenido terror a la muerte, a la nada, a dejar de pensar, a dejar de sentir, a simplemente dejar de existir. Cuando pienso en la temporalidad de la vida, cuando pienso que todo tiene un fin y que simplemente cada día en su día menos. Y pienso en el último día un terror me paraliza completamente el cuerpo. El pecho se me encoge hasta que no puedo respirar y necesito golpear algo, necesito salir corriendo, necesito cambiar rápido de pensamientos para no sentirme así. Quizá por eso cuando pasó todo no tuve valor para suicidarme. Lo pensé, pensé que no me quedaba nada por lo que seguir viviendo, pero siempre he pensado que prefiero vivir mal que no vivir. El terror del vacío absoluto es demasiado para mí.

Este post ha sido más largo de lo que esperaba pero bueno. Este es el último poema de la libreta, a partir de ahora me tocara ir descifrando las poesías de papeles arrugados de libreta, hojas dobladas que escribía en las clases que menos me gustaban, y por supuesto con una caligrafía pésima por lo que puede que tarde tiempo en transcribir algunos. Pero al menos haré algo de todo lo que me propuse una vez en la vida.

POST EDIT: vuelvo a encontrar en otra hoja el mismo poema con fecha 16-12-2008

Escupo angustia, envidia, desazón.
Aprieto puños cuando escucho el nombre
flaqueza, debilidad, signo de hombre
que se empaña en motivar la sinrazón.
Aludo a sueños, idílica visión,
de quien caza y cierra tiempo en un sobre,
niega lo que será oro y fue cobre
vive de plata sin silla ni sillón.
Ya no hay pájaro, ni vuelo, ni pluma,
no hay león que ruja bajo la lluvia,
ni futuro descansando en la cuna.
Ya no viste con el blanco de novia
no ladra nocturno el perro a su luna
no hay victoria, solo pena sin gloria.

PD: es curioso como todos estos poemas reflejan muy bien mi estado actual, y en algunos hasta recuerdo el momento de escribirlos. La angustia no es algo nuevo para mi, es un sentimiento que siempre ha estado presente. Solo que ahora es mucho más grande, tiene una magnitud mucho mas importante. Todo el mundo dice que al final pasa, pero poco a poco me importa menos la auto-preservación. Una vez alguien me dijo que era muy autodestructivo, y últimamente creo que es más cierto que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario